Dignidad. Estima y respeto de la cultura gastronómica oaxaqueña y mexicana.
Respeto. Dar reconocimiento y recibir el mérito que les corresponde.
Responsabilidad. Las acciones que el profesional realice deben tomar en cuenta todos estos aspectos ecológicos, económicos y socioculturales y evitar que su labor afecte a terceros.
Honestidad. Coherencia entre las acciones y los principios que se detectan, evitar el engaño y actuar con rectitud, reconocer el aporte de los demás y evitar el plagio.
Equidad. Basada en brindar las mismas oportunidades, condiciones y formas de trato sin importar razones de género, económicas, sociales y culturales, fomentando la igualdad en el ejercicio de la profesión.
Libertad. Facultad de elección y actuación que permita el desarrollo de la disciplina en un marco de respeto.
Autonomía. El ejercicio de la gastronomía no puede estar sujeto a los intereses exclusivos de un individuo o grupo, se requiere de la capacidad para tomar decisiones fundamentadas y responsables.
Justicia. Dar equitativamente a quien merece según lo razonable, cumpliendo con un marco ético y jurídico, reconociendo las aportaciones de los pueblos en la creaciones e innovaciones en el ámbito gastronómico.
Armonía. Conjunción entre orden, estabilidad y equilibrio entre el patrimonio gastronómica local, nacional internacional e innovaciones, produciendo una sensación de satisfacción y bienestar.